jueves, 5 de febrero de 2009

No. No quiero.

La respuesta es no. Puede que otra vez me acuses de ser yo quién adjudica, quién acusa y quién condena... Y todo porque he visto que no has sonreído hoy. Aún se me encoje el corazón cuando oigo que no soy tu chica preferida. Lo sé y miro hacia otra parte como si el hecho de mirar a otro sitio fuera a hacer que te dieras cuenta de lo importante que eres para mí. Toco con la punta de los dedos las ganas de salir de aquí... Nunca me han tachado de bajita, pero es que ahora mismo tu cielo está muy lejos. Acabo por comprometerme a sonreír y no aguar ninguna fiesta, porque al fin y al cabo me mantienen levantada las ganas de luchar de los demás... Por mí. Creo que si no contara con esos sollozos cada noche a las 22:30 me volvería loca, loca. Cada mañana que llega se abre ante mí vacía y sin promesas, sin consecuencias ni planes, sin fuerza y sin esperanza... Y es como seguir de pie, por miedo a caer. Pero no puedo comprender que ya estoy abajo, bien abajo, junto con las cosas malas y el dolor del amor. Creo que si alguna vez me vuelvo a dar cuenta de lo que sucede y vuelvo a calzarme las sonrisas, ponerme de pie y gritar que si estoy aquí es porque valgo... Entonces será cuando me decida a decirte que hablarte es imposible y olvidarte no he querido.

2 comentarios:

soyborderline dijo...

Igual esa frustracción se debe a que pones expectativas en cosas no realizables. Ponte otras metas, vale la pena.

Un abrazo fuerte.

EniGrint dijo...

No lo sé... eso me pregunto yo también XD

Sere!...
Me encanta el texto (Ya lo sabes ^^)

Besitos!