martes, 24 de febrero de 2009

Tú no te mereces albumes de fotos, recuerdos de Segovia, ni viajes a París...

Copio y pego. Lo tenía en mi otro blog, pero otra vez me lo hiciste sentir...


Fingir que te pierdo de vista. Hacerme la alocada, la desorganizada, la que llega tarde y va corriendo sin pensar en nada. Quizá sea esa la única manera de despejarme un poquito de ti. Por supuesto, hay días de descanso impuestos, pero cuando no te veo es cuando más me pregunto dónde estarás. Voy a fingir que tengo cosas que hacer, voy a mantener la mente ocupada, voy a traducir al árabe mi libro preferido, escribiré una tesis de 600 páginas sobre el miedo a la oscuridad, tenderé mis ideas para que se enfríen al frío viento de Noviembre... A ver si así te puedo dejar de pensar. No creo que sirva de mucho, sobretodo porque cuando te vea, volveré a sonreír de manera estúpida, a colgarme de tus brazos y el reloj comenzará su carrera hasta la hora en la que me tenga que ir... Qué rápidas van las agujas cuando tú las intentas parar. Encima, hace Sol, el día no puede ir más mal. Me mandas un mensaje al móvil y recorro con la mirada tú nombre y una sonrisa se dibuja en mi cara al repetir tus palabras bien escritas que me prometen que mañana no llegará:

"Está noche te veré. No te pienso dejar escapar. No habrá más mañanas, congelaremos el tiempo en ese segundo antes de amanecer en el que la noche es más oscura".

1 comentario:

soyborderline dijo...

El teatro de la vida. Entiendo que quieras "fingir", pero cuidado, porque puedes quedar atrapada en la aventura y olvidarte de quién eres.

Estoy de acuerdo, aprovecha el momento, como si fuera el último.

Un besazo guapa!